Lucho
Pequeña anécdota en vísperas del triste aniversario del golpe de estado de Augusto Pinochet. El 11 de Septiembre de 1973.
Dedicada a Lucho Ragazzone.
Lucho Aravena bajó del avión y caminó los cien metros sobre la extensa explanada del aeropuerto. Una foto en blanco y negro. Gris abajo y gris arriba. Llovía sobre Amsterdam.
La triste partida sin despedidas en Santiago, la pudo superar en seguida conversando cálidamente con otros compatriotas suyos, que viajaban junto a él y como él, en calidad de refugiados. Daba aliento. Consolaba. Tiraba buenas ondas, ideas. Era un Discepolín en aquella nave llena de náufragos. Él tenía su dolor. Pero le dolía el dolor de aquellos otros pobres Jesuses cargando con una cruz fatal de incertidumbre.
Y la cosa siguió más o menos igual en el ambiente de exiliados chilenos que fue a parar a Holanda. Aunque nunca tenía un mango, su casa era el techo cálido de más perseguidos del horror que no tenían a donde ir a parar ni como sobrevivir el frío de Amsterdam ni como encarar esa nueva vida impensada. Un colchón en el piso y su plato de sopa.
Y su mano de amigo se extendió a los argentinos. Lucho tuvo una idea, la realizó, y hoy es una joyita de la historia del tango. En Amsterdam Lucho juntó a Osvaldo Pugliese y a Astor Piazzolla, por única vez en un escenario, en el Carre Theatre de Amsterdam, el 26 de Junio del año 1989.
El disco de ése concierto lleva el título de « Finally Together » y lleva el nombre de « Lucho » como sello discográfico.
En los minutos finales, a manera de cierre, por primera y única vez, Astor y Osvaldo juntaron su sexteto y orquesta para tocar La Yumba y Adios Nonino.
Lucho murió joven poco más tarde, de cáncer. Por su solidaridad y sacrificio, sus restos volvieron a Chile, donde fueron recibidos con honores, ya recuperada la democracia, y descansa en Paz junto a otros héroes de la resistencia.
Algunas fuentes : Natalio Gorín, Tanguedia 12.2005 – Oscar del Priore « Osvaldo Pugliese, una vida en el tango »
Lucho Aravena bajó del avión y caminó los cien metros sobre la extensa explanada del aeropuerto. Una foto en blanco y negro. Gris abajo y gris arriba. Llovía sobre Amsterdam.
La triste partida sin despedidas en Santiago, la pudo superar en seguida conversando cálidamente con otros compatriotas suyos, que viajaban junto a él y como él, en calidad de refugiados. Daba aliento. Consolaba. Tiraba buenas ondas, ideas. Era un Discepolín en aquella nave llena de náufragos. Él tenía su dolor. Pero le dolía el dolor de aquellos otros pobres Jesuses cargando con una cruz fatal de incertidumbre.
Y la cosa siguió más o menos igual en el ambiente de exiliados chilenos que fue a parar a Holanda. Aunque nunca tenía un mango, su casa era el techo cálido de más perseguidos del horror que no tenían a donde ir a parar ni como sobrevivir el frío de Amsterdam ni como encarar esa nueva vida impensada. Un colchón en el piso y su plato de sopa.
Y su mano de amigo se extendió a los argentinos. Lucho tuvo una idea, la realizó, y hoy es una joyita de la historia del tango. En Amsterdam Lucho juntó a Osvaldo Pugliese y a Astor Piazzolla, por única vez en un escenario, en el Carre Theatre de Amsterdam, el 26 de Junio del año 1989.
El disco de ése concierto lleva el título de « Finally Together » y lleva el nombre de « Lucho » como sello discográfico.
En los minutos finales, a manera de cierre, por primera y única vez, Astor y Osvaldo juntaron su sexteto y orquesta para tocar La Yumba y Adios Nonino.
Lucho murió joven poco más tarde, de cáncer. Por su solidaridad y sacrificio, sus restos volvieron a Chile, donde fueron recibidos con honores, ya recuperada la democracia, y descansa en Paz junto a otros héroes de la resistencia.
Algunas fuentes : Natalio Gorín, Tanguedia 12.2005 – Oscar del Priore « Osvaldo Pugliese, una vida en el tango »